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Por fin este fin de semana hemos podido iniciar la puesta a punto de nuestro burros.
Sábado. A eso de las 8 de la mañana Antonio, otro arriero, y yo, el arriero, estábamos dando buena cuenta de un café y una tostada con tomate y aceite de la tierra en el bar Montoya de Güéjar Sierra. Allí nos encontramos a Manuel, vecino y amigo de la Huerta el arriero, con el que departimos un rato.
Tras dar de comer a los tres burros y al mulo, y preparar los aparejos de los dos animales que nos íbamos a llevar de ruta, sacamos del establo a Cartujo, el mulo, y a Nevero, uno de nuestros burros.
Aparejamos a los dos elegidos, algunos reajustes de serones y carga después, iniciamos la ruta que hemos marcado en este recorte de mapa para los interesados. Bajamos hasta el puente del río Genil en la cola del pantano de Canales, pasamos al lado de la central eléctrica y tras superar las primeras rampas de la carretera de Haza Llana (el 2 de septiembre pasará por allí la Vuelta Ciclista a España), nos adentramos en la pista que recorre la zona conocida como » El Sotillo». Al poco, cruzamos el primer arroyo que superaron sin dificultades tanto Cartujo como Nevero. Vamos ganando altura y las vista de Güéjar Sierra, el pantano de Canales, el Cerro del Calar y Sierra Nevada son cada vez más espectaculares. Los animales responden bien a la carga que llevan, a saber: Cartujo, el mulo, 60 Kg. y Nevero 40 Kg., repartidos en varias garrafas llenas de agua y alguna que otra piedra. Nos adentramos en el barranco del Castillejo, un lugar solitario con mucho encanto. La vereda está bien marcada, aunque a veces demasiado estrecha para los serones, que pasan la prueba con varios enganches de zarzas y otras ramas…
Entretenidos en las vistas y las paredes rocosas llegamos al punto clave de la ruta, sobre todo para el mulo y el burro, hay que vadear el río que se forma en el Barranco del Castillejo junto con las aguas del Barranco de las Víboras. Lo intentamos con Nevero y dice que por ahí él no pasa. Tras un rato de tiras y aflojas lo dejamos estar. Cartujo, el mulo, pasa sin muchas protestas, aunque de primeras tampoco le apetecía mojarse los cascos. Aparece un pastor que nos pilla en plena faena de meter a Nevero en el río, al final con su ayuda conseguimos que entre y pase no sin algunos esfuerzos. Prueba superada, y es que deben acostumbrarse a pasar por donde sea menester siempre que no implique riesgo alguno, claro. Con los pies mojados seguimos ganando altura hasta llegar al collado del Cerro del Castillo, reajustamos la carga de Nevero, el serón estuvo rebelde buena parte de la ruta, y los dejamos pastar un rato mientras se recuperan de la emoción del río. Visitamos las ruinas de Castillejo de época árabe, y continuamos nuestro camino en busca del Cerro del Chaparral. Entre pinos y por veredas pinas ganamos altura hasta coronar y llegar a la base del Cerro «de las antenas» y a través de una pista forestal conectar con la carretera de la Sierra. Desde allí pisamos asfalto. Cartujo y Nevero se adaptan rápidamente y sin problemas al continuo pasar de coches «parriba y pabajo», algunos de sus ocupantes nos miran desde las ventanillas de sus vehículos con cara atónita. Dos «tíos» con sombrero de paja arreando a dos «bestias» cargadas con serones…camino de la ¿estación de esquí?
Pasamos el Barranco de las Víboras, la gasolinera, donde nos detenemos a respostar 🙂 , el Centro de Visitantes del Dornajo, y nos desviamos por la carretera de Haza Llana que nos llevará de nuevo a Güéjar Sierra y por ende a la Huerta el arriero. Buscamos una sombra en las primeras curvas de bajada, y es que el sol ya empieza a calentar, y nos detenemos para tomar unas «tapas arrieras» y darle descanso a nuestros pinreles y a los cascos del mulo y el burro… A lo lejos vislumbramos una silueta humana con un cesto en el brazo…cuando se acerca reconocemos a Carlos, otro vecino y amigo de la Huerta el arriero. Está recolectando setas, y damos fe de que la cosa iba bien porque la cesta estaba repleta. Bailarinas, nos dice Carlos que se les conoce con ese nombre. Antes de despedirnos nos regala un buen puñado de setas…
Bajando la carretera de Haza Llana nos cruzamos con algunos paisanos con los que departimos o nos saludamos…y es que esto de la arriería se presta a disfrutar del camino y charlar con las gentes…casi llegando a Güejar Sierra nos cruzamos con Jose Antonio, quedamos con él al día siguiente para arar con Charcón una haza que tiene justo debajo de la Huerta el arriero, nos cuenta que a toda esa zona se le llama «La Hereá», donde va a sembrar papas…
Un auténtico fin de semana arriero: el sábado trajinando con las bestias por esos caminos serranos, y el domingo arando con la ganga y el burro para sembrar papas de la Sierra…¿qué más se puede pedir?
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2 Rebuznos en Ruta arriera primaveral: circular Huerta el arriero, Cerro del Castillejo, Dornajo, Haza LLana