Hace ya una semana, pero el recuerdo permanece tan fresco como la nieve recién caída.
Fue un sábado, mi Arriero apareció por el establo más pronto de lo normal y con algo atado a su espalda. Mientras me colocaba la jáquima, estuvo contándome que íbamos a hacer nuestra primera ruta a la montaña, a la Silleta de Padul en la Sierra del Manar. Y me hablaba de la nieve, algo blanco y frío. Yo no sabía muy bien que es lo que quería decirme, pero al cabo de un par de horas lo entendí perfectamente.
Salimos de la cuadra bien pertrechados para echar todo el día de ruta. Jesús, mi Arriero, me ha dicho que tiene encargada una albarda con su ropón, su manta sudadero, un serón de palma y una nueva jáquima de cuero a Miguel, un albardonero «mu apañao» de Sevilla, y por eso ese día llevaba él todo lo que necesitábamos para irnos a la montaña. A la ruta nos acompañaban Moro y Pupy, en total éramos cuatro.
Sin prisa pero sin pausa mi Arriero me fue conduciendo por caminos y veredas, y poco a poco fuimos ganando altura. Yo sigo con mis miedos, aunque cada vez los voy controlando mejor. Por el camino nos cruzamos con un 4×4, una bicicleta y un par de personas caminando…Los vehículos a motor me ponen nerviosa.
Las plantas aromáticas, que dice Jesús que así se llaman, huelen de maravilla y algunas saben mejor. Un bocadito de romero de vez en cuando me chifla.
Entre piedras, pinares y ramblas llegamos a un cortijo abandonado y medio derruido, mi Arriero y yo entramos a echar un vistazo. Según Jesús lo debe utilizar de cuando en cuando algún pastor porque tiene señales de uso aunque bastante esporádico. Lo que si está labrada es la tierra de alrededor, sembrada de avena, qué rica. Mientras nos alejábamos del lugar, Jesús me decía que era un pena que todas estas edificaciones y estilos de vida se hayan perdido, y que no se debería permitir que esto ocurriera y que habría que hacer algo al respecto.
Luego estuvimos un rato caminando en silencio, supongo que Jesús imbuido en esos pensamientos de cortijos y cortijadas, y yo mirando y oliendo todo, descubriendo nuevos paisajes, y Moro y Pupy de aquí para allá, sobre todo Moro, hay que ver lo «salvaje» que es. Pupy es otra cosa y últimamente se pone detrás mía y sigue mis pasos…Y de repente, mi Arriero exclamó: «¡La nieve Sierrita, mira, mira!» A unos cuarenta pasos el camino se convertía en algo blanco…
Cuando llegamos hasta allí, Jesús tomó un puñado de nieve en su mano y me la ofreció para que la oliera y tocara…qué fría estaba, pero no sabía ni olía a nada…A Moro al parecer le volvía más salvaje aún, porque no paraba de correr de un lado para otro y de revolcarse sobre ella.
Caminamos un buen rato por esa nueva superfecie para mí, e íbamos alternado la nieve con tramos de barro y charcos, que por muy pequeños que fueran, era incapaz de tan siquiera pisar. Mi Arriero se percató de mi temor y evitaba pasar por la zona de charcos aunque tuviéramos que dar algunos rodeillos.
Y así nos plantamos en el puerto de la «Mala Mujer», hay que ver los nombres, donde nos detuvimos a contemplar nuevos horizontes. «Aquello es Sierra Nevada, Sierrita», dijo mi Arriero con satisfacción, y aunque ya la había visto desde Otura en nuestros paseos, ahora la tenía enfrente, parecía gigante y blanca, blanquísima de nieve, que ya sabía lo que era. «En verano seguiremos este camino y aquel y aquel de allí hasta adentrarnos en la alta montaña, Sierrita» indicaba Jesús vara en mano…
Después de las vistas, mi Arriero me dejó suelta y se dispuso a sacar sus viandas sentado en una piedra del lugar. De repente, Jesús estaba rodeado de Moro, de Pupy y mía, y el hombre no daba a basto para quitarse de un lado y otro nuestras bocas hambrientas. Entonces no tuvo más remedio que atarme, sacó una vieja cuerda de escalada de su mochila y me ató con esa cuerda larga al tronco de un chaparro. Pupy, el más listo del lugar, aprovechó para robar unas cuantas rodajas de salchichón de la talega de mi Arriero, que se dió cuenta justo cuando terminaba de anudar mi cuerda a la base del troco del chaparro. Salió corriendo, pero Pupy ya se había largado con su trofeo.
Cada uno comió lo que pudo, Jesús su bocadillo con unas cuantas rodajas de salchichón menos; Pupy las rodajas de salchichón que le faltaban a mi Arriero; Moro un trozo de pan duro que llevaba Jesús para él; y yo pasté algo de maleza… Pero todos disfrutamos de unas buenas vistas, Sierra Nevada, la Silleta nevada, Granada y su Vega abajo…y un sol reconfortante en un frío día de enero.
Luego desanduvimos nuestros pasos con el atardecer de compañero…
[flagallery gid=2 name=Asnogaleria]
Que paseo más chulo!! al que no tengo controlado es al Pupy.
Saludos
Cruzarse por esos caminos de Dios con los «burros» y arrieros, es verse reflejado en el pasado. Cruzar sendas y veredas y la herradura marcada es algo que algunos no conocen. Que vuelvan esas sendas marcadas, por arrieros con sus reatas y no se pierda en la noche de los tiempos un pasado tan presente.
Saludos
encorda2, Pupy, así le llamamos, es un perrillo abandonado que apareció un día por el establo y vive allí desde entonces. Estaba antes de que llegara yo, al principio era huidizo, pero desde hace tiempo siempre que salimos se viene con nosotros…
Besos búrricos y seguros 😉
viejolobo, fíjate que pasamos por un «Barranco de los Lobos»…
Que bien suenan esas palabras de sendas, veredas, herradura, arrieros, reatas…que no se pierdan como tú bien dices.
Besos búrricos
Que envidia me das, tiene que ser un gustazo salir al monte con ese grupete.Yo voy con mi perro, pero Sierrita es que es tan bonita…..con esos ojazos tan expresivos.
Creo que habeis tenido suerte al cruzar vuestras vidas.
….Y lo bien que te está sentado el invierno, Sierrita!
Con tu pelillo invernal más espeso, tienes una pinta cada vez más algodonosa, y esos ojazos tan grandes y habladores ….
Bueno; debo decir que la espera ha merecido la pena. Tu primer contacto con la nieve, el primero de tantos que te esperan al lado de tu Arriero, ha debido significar mucho para tí, aunque ahora igual ni lo sabes, pero más adelante seguro que me entenderás.
Sigue tan guapa y sigue aprendiendo: todos tenemos ya muchas ganas de cruzarnos contigo por la sierra…!
La primavera y el verano no están tan lejos; tarde o temprano nos encontraremos por esas veredas de herradura que tanto añora tu Arriero – y nosotros también-.
Sierrita, me he tenido que reír contigo, jajaja….la conexión wifi de tu establo no iba bien…??
Eres una chica del siglo XXI, no cabe duda!
Jabalin, gracias por lo de los ojos 🙂
Sí que lo pasamos bien y me siento muy afortunada por el cambio que ha dado mi vida.
Besos búrricos para ti y tu perro.
Polvorilla, me gusta eso de «una chica del siglo XXI», está claro que las mujeres nos entendemos mejor entre nosotras.
Qué es eso de la primavera y el verano?
Cuando menos lo esperemos nos encontraremos por el camino…porque, y esto me lo ha soplado mi Arriero, Arrieros somos y en el camino nos encontraremos
Polvorilla, sigue riendo…
Besos búrricos.
Sierrita, tengo muchas ganas de ir a conocerte , seguro que un día de estos me paso por casa de tu arriero y nos llegamos a la cuadra para hacerte una visita.
Mi nieto Ismael, al que le he enseñado tus fotografías en el ordenador, también desea ir a conocerte y seguramente que el día que decida ir a tu casa, él me acompañara, seguro que te gusta mucho.
Hasta pronto Sierrita.
Salgafer, estoy deseando conoceros, a ti y tu nieto Ismael para darle un achuchoncillo.
Sereis bien recibidos en mi humilde cuadra.
Besos búrricos.
Joderr Sierrita ya esta preparandote para las » invenales » eres una montañeras en toda regla
Alpamayo, todavía me queda mucho para ser montañera, pero me gusta andar por esos lugares y no se me da mal del todo, ya veremos cuando vaya con carga, aunque no excesiva que me lo ha prometido mi arriero.
Besos búrricos y a ver si nos conocemos.
que paseo tan bonito… es muy bonito estar con los amigos,la amistad es una de las mejores formas de manifestar nuestro cariño con las personas que queremos pasar el rato
que bonito paseo , estar con los amigos ,la familia, los familiares ,¿saben que es la amistad …algunos diran que si lo saben y otros no bueno la amistad es la mejor manifestacion de cariño que una persona puede dar… piensen si todas las personas dieran un poco de lo que tienen a las personas que mas lo necesitan son personas que fortalezen su vida… personas que tienen un buen futuro …pienselo y veran que si podemos lograrlo …..
estas heeeeeeermoso… tu pelaje ,tus orejas ,tus ojos presioso tienes el don de la belleza