La hierba verde y fresca

En tan pocos días que llevo con mi Arriero me están ocurriendo tantas cosas que no sé por dónde empezar. Hoy en nuestro paseo mañanero Jesús me ha dicho que cuente lo que me ha llamado más la atención hasta ahora.

Realmente son tantas cosas, tantos olores, tantos tantos y de todos que me resulta muy complicado pero…sí!, voy a empezar por la HIERBAaaaaa!

He aprendido a comer hierba (a pastar dice Jesús), si soy sincera confieso que me ha costado. Pero es que no sabía ni qué era eso de color verde que ahora empieza a crecer por los campos de Otura, y que por las mañanas brilla con el sol y las gotas de agua que tiene por encima.

Los primeros días la olía y ya está. Alguna vez mi Arriero me la ofrecía, pero yo de un resoplido la tiraba de su mano. Hasta que después de una semana más o menos, me animé a darle un mordisquillo…Soy incapaz de reproducir con palabras lo que experimenté en ese preciso momento verde y fresco, pero desde entonces no he parado. Cada día que salimos Jesús me lleva a pequeños «roales» (si fuera una burra fina diría rodal) de hierba tierna y jugosa. Y me empleo a fondo el ratito que estamos allí.

También he probado las aceitunas negras maduras, y me chiflan.

El otro día le dí un bocado a una retama, que no estaba mal. Y a un cardo borriquero, más seco pero de sabor intenso…y sigo probando y probando lo que me ofrece el campo…corteza de almendro, hojas de olivo…Jesús dice que tengo que tener cuidado con algunas plantas que pueden sentarme mal, pero que tampoco debo preocuparme desmasiado porque los de mi especie tenemos un sentido asnal que nos protege por instinto de ese tipo de comida dañina.

Ñam, ñam, todo está muy rico, antes solo comía forraje seco, que no estaba mal, pero ahora además del forraje estoy descubriendo un mundo de sabores y texturas…yupiiiiii!

No os creáis que soy una comilona, bueno un poco sí, jajaja, pero es que tengo que recuperar el tiempo perdido…

4 comentarios sobre “La hierba verde y fresca”

  1. Sigue así burrita, verás como poco a poco irás dándote muchos más placeres. Y, como te dice Jesus, cuidado con algunas hiervas, pueden hacerte daño y además de pasarlo mal, puedes dar un gran susto a las personas que te quieren y cuidan de ti.

  2. Gracias Kitaro por tu consejo, seré precabida y oleré más aún cualquier hierba antes de comerla.

    Besos búrricos

  3. Sierrita, yo tuve una vez una burrilla tan guapa como tú, que se llamaba Teresa, y ¿sabes lo que más le gustaba comer? Pues zanahorias, por supuesto, pero también le encantaban las naranjas (peladas) y las mandarinas, el melón y la sandía, las manzanas…
    Dile a tu Arriero y a su familia que poco a poco te den a probar todas esas delicias, seguro que te encantan…!
    Recuerdo perfectamente que una vez dimos plátano a Teresa y no le gustó; pero supongo que vosotros, al igual que nosotros los humanos, también teneis vuestros gustos.
    Vuestra especie tiene fama de ser frugal y conformarse con cualquier cosa para comer… pero tú aprovéchate ahora que eres chica y estás un poco mimada!

  4. Polvorilla, las zanahorias me las está dando mi Arriero cuando me porto bien y le hago caso, y también he probado ya alguna manzana…naranjas, mandarinas, melón , sandía…no tengo ni idea ni cómo son ni a qué saben, se lo dejaré caer a Jesús a ver que tal…

    Me hubiera encantado conocer a Teresa.

    Besos búrricos

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.